INTRODUCCIÓN
Vivimos una crisis mundial sin precedentes. Permanecemos inmersos en una coyuntura económica y social que acentúa la incertidumbre financiera. El coronavirus ha supuesto un terremoto para los mercados y las diferentes bolsas, ha cambiado todo el paradigma económico que conocíamos. En este contexto las personas que disponen de ahorros demandan escenarios seguros, inversiones cuyo riesgo sea limitado, activos económicos a medio y largo plazo. Aunque pueda sonar extraño, esta época del Covid-19 ha servido a muchas familias con ingresos estables para ahorrar, ya que la actividad cotidiana ha estado muy limitada y el consumo ha menguado. Con este excedente económico se abre la posibilidad de invertir, no hace falta tener muchos ceros en nuestra cuenta bancaria para intentarlo. A continuación analizaremos las principales estrategias de inversión en una época compleja como la actual en la que surgen muchas dudas y necesitamos certezas.
RECIBE FORMACIÓN EN EL ÁMBITO DE LA ECONOMÍA, LOS NEGOCIOS Y LAS INVERSIONES
Parece algo obvio, pero cabe recordar que adentrarse en el universo de las finanzas sin un bagaje sólido es un error de principiante que suele repetirse y que, a la larga, se acaba pagando. Por tanto, es recomendable formarnos en varias disciplinas económicas, ya sea mediante la educación reglada o de forma autodidacta. Es preciso barajar información fiable y dotarnos de herramientas de inversión. Existen diversas fórmulas para estudiar los mercadₒs: desde el estudio a través de libros, manuales especializados, tutoriales en Youtube o profesores privados (brokers, economistas, académicos, etc), hasta los cursos o másteres oficiales. Todo suma en nuestra formación financiera.
Y es que hacer dinero no es nada fácil, de lo contrario todo el mundo amasaría ingentes fortunas. Invertir requiere altas capacidades, formación, conocer los fondos de inversión, sacar conclusiones de las experiencias pasadas(como bien indica la conocida plataforma Morning Star) los valores, las acciones, requiere intuir los movimientos bursátiles, el comportamiento del Ibex-35… en definitiva, exige habilidades técnicas y aptitudes personales como la valentía o la capacidad de decidir. La formación nos reporta garantías a la hora de tomar una decisión, teniendo en cuenta que el riesgo siempre va a estar presente pues forma parte del mundo de las finanzas.
CALCULA CON RIGOR EL DINERO QUE PUEDAS INVERTIR Y ASEGURA UN AHORRO FIJO
La primera acción que debemos emprender es la de actualizar nuestras finanzas. Antes de invertir, debemos tener claro que debemos dejar a cero nuestras deudas. Las deudas generan intereses que se acumulan y pueden convertirse en un lastre para nuestras futuras inversiones. Una vez saldadas, es básico planificarnos a corto y medio plazo para así plantearnos objetivos, fijar las prioridades, equilibrar las cuentas y concretar una inversión. La planificación es una fase obligatoria. Estipulemos un techo de gasto, una cantidad máxima para invertir dentro de unos parámetros razonables. Midamos nuestra liquidez para los próximos meses. Debes contemplar cuál va a ser tu escenario laboral y tus principales fuentes de ingresos. Desarrolla y escribe un presupuesto para invertir con cautela. Toda previsión es poca.
Es recomendable también asegurar un ahorro fijo si tenemos esa posibilidad. Lo habitual es fijarlo entre el 5 y el 10% de los ingresos mensuales. El ahorro nos remite solvencia y seguridad. Más tarde, la propia cantidad ahorrada podrá ser invertida. Los expertos en finanzas e inversiones recomiendan tener amplitud de miras, pensar en el medio y largo plazo, administrar con mesura los fondos económicos. El corto plazo es indisociable del riesgo; si queremos un dinero rápido tendremos que arriesgar en nuestras inversiones, sabiendo que las oportunidades plenamente rentables ocupan un tanto por ciento reducido del pastel. No dispares tus expectativas, sé realista y constante.
Bill Gates decía que la mayoría de nosotros sobrevaloramos lo que podemos hacer en un año pero que infravaloramos lo que podemos realizar en una década. Quizás hemos de plantearnos desviar la mirada a las inversiones a medio y largo plazo como la compra de terrenos o inmuebles, los planes de pensiones (sobre los que existen rankings interesantes como los de MorningStar o Cinco Días) o los depósitos bancarios. Es decir, que no debemos tener prisas ni ansias; invertir es una carrera de fondo. Por eso, si vamos a arriesgar, que sea de una forma premeditada y controlada, conociendo en todo momento qué podemos perder y qué intentamos ganar.
HAZ UN LISTADO DE OPORTUNIDADES DE INVERSIÓN
Saber invertir implica observar y conocer las tendencias de los mercados. En una situación extraordinaria como la que estamos viviendo entender el contexto socioeconómico es fundamental para alcanzar el éxito. Los sucesivos confinamientos han provocado que el sector tecnológico (todo lo telemático, la inteligencia artificial, las consultoras especializadas, etc) y el industrial, sobre todo en cuanto a manufacturas se refiere, registren subidas interesantes. Por contra, hay otros sectores como las empresas de turismo y ocio, los combustibles o los agentes culturales, que han sufrido fuertes caídas tanto en el consumo como en la facturación.
Realicemos pues, antes de tomar cualquier decisión, un estudio profundo de las consecuencias de la pandemia en los distintos sectores productivos y barajemos varias opciones al alza. Tanto la compra de acciones bursátiles, como la adquisición de inmuebles, participaciones empresariales o productos bancarios son opciones perfectamente válidas, pero debemos pensar con tranquilidad sin caer en el pánico.
MODERA EL RIESGO, DIVERSIFICA LAS INVERSIONES
Una de las grandes premisas para reducir el riesgo de inversión es diversificar las operaciones. Si vamos a adquirir acciones, resulta más comedido y razonable invertir en varias empresas. De este modo, si unas acciones cotizan a la baja tendremos otras opciones para recuperar nuestra inversión. Lo ideal es tener una cartera amplia con al menos tres adquisiciones bursátiles. La diversificación también puede ser cualitativa; apunta tu mirada a diferentes sectores. La adquisición de bienes inmuebles, bonos, divisas, materias primas, una participación en alguna startup, la compra-venta de productos incipientes (tecnología, artículos de lujo, etc) o los productos bancarios son algunas ideas interesantes. Si nos centramos en las acciones, estas son los activos financieros más sencillos de entender por parte de inversores principiantes y tienen un retorno de media de un 9% anual. Por tanto, es una opción razonablemente fiable.
Pero la diversificación también puede ser de carácter geográfico. Las inversiones podemos materializarlas en varias latitudes según nos convenga. El comportamiento de los mercadₒs cambia de un lugar a otro y depende mucho del contexto sociopolítico, ya que cualquier decisión que afecte a la economía puede disparar o menguar una determinada cotización. Lo ideal es formarnos en el ámbito de la economía internacional para tener amplitud de miras y poder invertir en diferentes empresas o negocios, utilizando si hiciera falta varias divisas o monedas, y jugando con el cambio y la valoración de las mismas. Para efectuar operaciones internacionales, de nuevo es aconsejable consultar con asesores especializados.
OBSERVA CON DETENIMIENTO LA LETRA PEQUEÑA DE CADA ACUERDO
Las inversiones exigen tranquilidad, rigor y mesura. Debemos leer todas las condiciones aparejadas a cualquier operación financiera. Mucho ojo a los costes, las comisiones, las variables, las tarifas, los recargos y los intereses. Una especulación desmesurada puede acarrear consecuencias negativas para nuestra inversión.
Ojo, porque el mercado y los brokers estarán impacientes, induciéndonos a hacer constantemente operaciones, presionando para que te dejes guiar por las noticias, las recomendaciones o los miedos de turno. No hay que dejarse llevar por el ansia o el pánico, hemos de pensar y decidir con frialdad.
Con un asesoramiento profesional evitarás que tu inexperiencia te penalice y sabrás perfectamente cuáles son las condiciones de cada operación inversora, que costes y riesgos conllevan. Es la hora de invertir, el futuro es tuyo.
FUENTES UTILIZADAS:
– https://myinvestor.es/cinco-claves-invertir-tiempos-covid-19/
– https://www.elconfidencial.com/mercados/2020-05-20/reglas-de-oro-invertir-crisis-coronavirus-bra_2577807/
– https://www.bbva.com/es/como-invertir-el-ahorro-en-tiempos-del-covid-19/
– https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Por-que-es-tan-importante-planear-nuestras-finanzas-personales-20180115-0075.html
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